Para quienes no lo sabían, un fenómeno climatologico particular genero todo esto. Dos huracanes de categoría 4 y 5 golpearon el norte del océano generando olas que llegaron a variadas partes del mundo, incluyendo nuestro país, Uruguay. Un articulo que esta circulando por las redes puede informarlos mejor (clic acá).
Y como dice este artículo: "Las condiciones serán favorables para la mayor parte de los spots que miren hacia el sur, aunque aquellos que miran al Este tendrán chances de ver buenas olas -de todos modos, el resguardo de los vientos podría ser provechoso-.", y lo fue.
Todas las playas de Montevideo estaban explotando en rabia, tirando agua por encima de los autos, llamando la atención de las personas que sorprendidas por el poder de la naturaleza se arrimaban a sacarle fotos a sus playitas siendo bombardeadas.
Afortunadamente, la querida Buceo fue uno de esos privilegiados spots. La playa quedo resguardada del viento que soplaba desde el SO, y las olas rompieron desde la punta del museo oceanografico a lo largo de toda la playa.
A medida que avanzaba la tarde iban cayendo fisuras, con una sonrisa enorme dibujada en sus caras de sorpresa y asombro; se ponían el traje y desenfundaban sus tablas a toda velocidad para no perderse del espectáculo y conseguir ESA ola en la inesperada playa Buceo, que inusualmente nos regala días como estos.
(Algunas fotos fueron tomadas con el celular de Fede, y otras por Tomas Correa Aldrighi que afortunadamente estaba ahí con su cámara para registrar el momento).
Este fue un video que me grabo el Pasto, mi amigo, en la última olita que me tome en el día:
Sin dudas que este día quedo grabado a fuego en nuestras memorias, las nuestras y las de todos los que estuvimos allí.
Las caras de emoción de quienes entraban al agua en un salto, las personas desde sus autos que frenaron a ver a los locos jugueteando con sus olas, las sonrisas de mis amigos de felicidad, la tarde que se iba yendo y las luces de la ciudad que se iban prendiendo; el museo iluminándose.
Sinceramente deseamos que se vuelva a repetir esta oportunidad que nos hizo gozar tanto de una manera insólita en Montevideo, casi como un día ''soñado'' en la playa de abajo de casa.